La
flexibilidad es la segunda de cuatro cualidades físicas básicas
(CFB)
que
estudiamos con mayor profundidad en este curso. En este tema,
como
ya hemos hecho con la resistencia en el anterior, se pretende
definir
dicha cualidad, explicar sus componentes básicos y describir los
sistemas
de entrenamiento más adecuados para su desarrollo en el
ámbito
de la Educación Física (EF) para las edades de Secundaria y
Bachillerato.
1.
DEFINICIÓN
Podemos
definir la flexibilidad como la capacidad del individuo (cualidad
física
básica
que nos permite…) para conseguir colocar su cuerpo en el mayor
número
de posiciones o posturas posibles, tanto de forma estática como en
movimiento.
Esto implica una gran capacidad de movilidad de los diferentes
segmentos
corporales y se traduce en una amplia libertad de movimientos
corporales.
En
realidad la flexibilidad no es una cualidad física independiente,
sino más
bien
la suma de las dos cualidades siguientes:
-
Movilidad articular: que es la capacidad de movilización espacial
que
posee
cada articulación del cuerpo. La cual se suele medir en grados de
ángulo
que es capaz de describir el movimiento total de los extremos de
dicha
articulación (en cada una de sus posibles direcciones de
movimiento).
Los límites de esta movilidad suelen ser las estructuras
óseas
o cartilaginosas, o bien la propia masa corporal.
-
Elasticidad muscular: es la capacidad que tiene un músculo o grupo
muscular
para alongarse (o dejarse estirar), la cual puede medirse en
unidades
lineales (de longitud).
De
ambas cualidades la más entrenable es la elasticidad muscular,
mientras
que
el trabajo orientado hacia la movilidad articular tiene un sentido
mas de
mantenimiento
para evitar pérdidas de capacidad.
2.
VENTAJAS DE UNA BUENA FLEXIBILIDAD
-
Reduce la tensión muscular y relaja el cuerpo.
-
Mejora la coordinación de movimientos haciéndolos más libres y
fáciles.
-
Aumenta las posibilidades y repertorio de movimientos.
-
Previene daños o lesiones (desgarros, tirones, contracturas y
roturas
musculares,
así como problemas anticuares, tendintis, etc.).
-
Facilita las actividades de tipo explosivo o rápido, si se incluye
ampliamente
en el calentamiento.
-
Mejora, con su trabajo metódico, el conocimiento del propio cuerpo
(mediante
el desarrollo de la sensibilidad hacia sensaciones internas y
propioceptivas).
-
Mejora y agiliza la circulación sanguínea.
-
Nos permite obtener, si se realiza en condiciones adecuadas,
sensaciones
agradables y acelerar algunos procesos de recuperación.
-
Mejora directamente el rendimiento deportivo: mejorando la fuerza
elástica
y sobre todo la amplitud de movimientos).- Favorece la unión
“cuerpo, mente y espíritu”, de ahí que su práctica se incluya
en muchas de las modalidades orientales de actividad físicofilosófica
(tai-chi,
kárate, kung-fu, yoga…).
-
Facilita la relajación de la tensión y combate el stress.
-
Fomenta la autodisciplina y lo hace especialmente en tres niveles o
“momentos”:
1-
“Instantánea”: en el preciso momento de estirar un
músculo,
manteniendo una posición algo incómoda o ligeramente
dolorosa,
siendo capaz de relajarse y controlar la respiración;
2- “Habitual”:
incluyendo con constancia la realización de breves sesiones
de
flexibilidad integradas dentro de nuestra vida cotidiana semanal;
3- “Consecuente”:
incluyendo ejercicios de flexibilidad siempre que la
actividad
física que estemos realizando así lo recomiende
(calentamiento
o vuelta a la calma de partidos, juegos, clases,
entrenamientos…).
-
Mejora la actitud postural, la simetría corporal y la “colocación”
de los
diferentes
segmentos y “cadenas” corporales de movimiento.
-
Reduce las posibilidades de sufrir lumbalgias (dolores de espalda en
la
zona
lumbar), gracias al incremento de movilidad del tronco.
-
Alivia el dolor muscular. Tanto el producido durante el ejercicio o
tras su
ejecución,
como el dolor muscular diferido localizado (agujetas) que
aparece
a las 24 o 48 horas de la finalización del ejercicio.
3.
DOS CONCEPTOS IMPORTANTES
Para
comprender la metodología de trabajo o entrenamiento que hemos de
seguir
para el desarrollo de la CFB de la flexibilidad, se hace necesario
conocer
dos
factores que influyen directamente sobre la respuesta muscular al
estiramiento:
-
Inervación recíproca: si bien podemos controlar la acción de
contraer o
relajar
nuestros músculos a voluntad de manera consciente, cuando
estos
trabajan a forma automatizada, rápida o integrando conductas
motoras
más globales, lo hacen de forma combinada. Los músculos
suelen
emparejarse según los movimientos que pueden realizar, en
agonistas
(el que se contrae para provocar un movimiento de una
articulación)
y antagonistas (el que se contraería para realizar el
movimiento
opuesto. Por ejemplo el bíceps es el agonista durante la
flexión
del brazo y el tríceps es el antagonista, y viceversa durante la
extensión
del brazo. Pues bien, nuestro sistema nervioso actúa de tal
modo
que coordina los emparejamientos musculares de forma que
cuando
exigimos una contracción durante un movimiento,
automáticamente
solemos provocar una relajación o estiramiento
muscular
en el músculo o músculos antagonistas.
-
Reflejo miotático o al estiramiento: se trata de una respuesta
refleja
del
músculo que es sometido a un estiramiento, cuando dicho músculo
es
alongado de forma rápida o brusca, este produce (de forma refleja)
una
contracción o acortamiento para evitar lesionarse en dicho
estiramiento.
Este mecanismo permite que no nos estemos lesionando
constantemente
durante acciones rápidas, sin embargo dificulta en
ocasiones
lograr mayores niveles de estiramiento muscular. Algunos
sistemas
de entrenamiento nos permitirán ludir ligeramente este reflejo
natural.
4.
SISTEMAS DE ENTRENAMIENTO
4.1.
AUTOESTIRAMIENTO (activo y estático).
Debe
ser realizado sin llegar a provocar sensación de dolor. Primero se
realiza
un
estiramiento fácil (poco forzado) durante 10-30 segundos en una
postura
determinada.
Poco a poco se va haciendo más cómodo mantener la postura,
ya
que los receptores musculares se vuelven insensibles en ese tiempo y
se
adaptan,
además el denominado reflejo de inhibición autogénica relaja el
músculo.
Después se avanza en la postura unos 2 o 3 centímetros más para
mantener
la nueva posición otros 10- 30 segundos.
La
respiración debe ser lenta y controlada, debemos mantener relajado
al resto
del
cuerpo y concentrarnos para recibir las sensaciones interiores.
Debemos
procurar
encarecidamente mantener los músculos que son estirados en cada
ejercicio,
lo más relajados posible.
4.2.
ESTIRAMIENTOS PASIVOS (pasivo y estático):
El
procedimiento es similar pero es un compañero el que hace avanzar en
la
postura.
Debe haber perfecta comunicación entre ambos y nada de bromas,
para
evitar pasar el límite dañino de estiramiento muscular. Podemos
recomendar
permanecer entre 15 segundos y un minuto por repetición y entre
2
y 3 repeticiones por ejercicio.
4.3.
REBOTES (activo y dinámico):
Este
tipo de ejercicios activan el reflejo muscular al estiramiento, por
lo que no
son
los más recomendables para desarrollar la flexibilidad, además de
presentar
ligeros riesgos de lesiones musculares. Sin embargo son ejercicios
importantes
para mejorar y mantener las cualidades elásticas del músculo y de
los
tendones, especialmente en referencia a sus capacidades de producción
de
fuerza
explosiva mediante los denominados componentes elástico y elástico
–
reactivo.
Por todo ello, deben ser incluidos en el entrenamiento de velocidad y
potencia.
En
cualquier caso, nunca llevaremos a cabo sesiones exclusivas de
flexibilidad
a
costa de este sistema. Ig ualmente no deben incluirse en las partes
de vuelta
a
la calma, aunque si es adecuado incluir este tipo de ejercicios en
los
calentamientos.
Ejercicios
posibles, son los mismos o similares a los que hemos incluido en el
apartado
de autoestiramiento, aunque lógicamente realizados con pequeños
rebotes
para tratar de forzar la posición a alcanzar en cada rebote.
Especialmente
indicados son aquellos que provocan estiramiento en los
músculos
de las piernas.
4.4.
MOVIMIENTOS ARTICULARES (activo y dinámico):
Son
ejercicios de movilización de las articulaciones y de los diferentes
grupos
musculares
implicados en ellas. Se realizan oscilaciones, balanceos,
circunducciones,
rotaciones, flexiones, combinaciones de los anteriores, etc.
Dichos
movimientos no deben ser bruscos, aunque si pueden tener fases de
aceleración
y deceleración. Sirven para calentar en sesiones de entrenamiento,
juego
o competición, pero no representan un trabajo adecuado para sesiones
de
entrenamiento específico de flexibilidad, ya que al igual que los
anteriores,
provocan
el reflejo muscular al estiramiento.
Principalmente
mejoran la movilidad articular, aunque también la coordinación
intermuscular
entre grupos de músculos agonistas y antagosnistas, así como la
coordinación
entre los diferentes músculos que componen una cadena cinética.
Podemos
crear ejercicios de brazos, tronco y piernas, centrando los
movimientos
muy especialmente en las caderas y hombros. Sin embargo
deberíamos
evitar abusar de los movimientos de cuello y en cualquier caso que
estos
sean muy lentos.
4.5.
FACILITACIÓN NEUROMUSCULAR PROPIOCEPTIVA:
Este
sistema se basa en la inhibición autogénica. Existen hasta nueve
diferentes
posibilidades metodológicas para llevarlo a cabo, pero básicamente
consiste
en un estiramiento por parejas realizado bajo las siguientes pautas:
-
Estiramiento pasivo entre 10 y 20 segundos.
-
Contracción isométrica del “etrenado”, en sentido opuesto al
estiramiento
(el colabrador no le permite deshacer el estiramiento) de
apenas
3 a 5 segundos.
-
Inmediata relajación del “entrenado” para que el colaborador
prosiga
estirándolo
de forma pasiva pero ya más lejos.
Esta
maniobra puede repetirse hasta tres veces por grupo muscular.
La
contracción isométrica tiene como función anular el reflejo al
estiramiento,
ya
que al pedir del músculo una fuerte contracción, éste no está
preparado
para
reaccionar ante el siguiente estiramiento de forma inmediata.
Este
es el sistema más eficaz de todos los propuestos, para desarrollar y
mejorar
la flexibilidad, sin embargo es el más difícil de realizar,
requiere
práctica
por parte de los dos participantes y mucha comunicación,
colaboración
y
concentración en el trabajo. Deberían diseñarse ejercicios para
las principales
articulaciones
y realizarlos todos en una misma sesión exclusiva de flexibilidad.
La
mayoría de los ejercicios expuestos en el apartado de flexibilidad
por
parejas
(además de muchos otros posibles), pueden adaptarse sin dificultades
a
la metodología de trabajo FNP.
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